Magda y José K regresan por fin al barco. Allí les esperan los tres hermanos, sin Tobías. Al parecer, el mercenario les abandonó al ver que la situación se volvía peligrosa. Pero tras zarpar, los chicos confiesan la verdad a su madre: Tobías está escondido en la bodega, dispuesto a actuar para protegerles del inquietante K. Al mismo tiempo, Alejandro es interrogado por el inspector Forner y trata de averiguar la localización de su familia amenazando a Nora y Edu. Ya en el mar, K emplea sus encantos para intentar ganarse a todos y convertirse en el nuevo cabeza de familia. Pero cuando el sicario descubre que intentan tenderle una trampa, la cena se convierte en una pesadilla